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Traslado de la Biblioteca de la Academia Dominicana de la Historia.

El miércoles 18 de noviembre fue anunciado, a través de diferentes medios, el trasladado de biblioteca, tal como aprobara la Junta Directiva en su sesión del pasado mes de enero de 2020.

La biblioteca de la Academia está ubicada a partir de la fecha antes mencionada en la Capilla de la Soledad, calle Mercedes núm. 304 al lado de la iglesia de Las Mercedes, y cuenta con un catálogo en línea que puede ser consultado en la pagina web de la Academia.

Werner Féliz es juramentado como Miembro de Número de la Academia de Historia.

Fuente: Campesino Digital / Octubre 2020

Santo Domingo.-Este miercoles fue juramentado como Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Historia el destacado Abogado, Historiador, Conferencista y Catedrático universitario el licenciado Werner Darío Féliz.

Werner es profesor en las universidades O&M y Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCMM), así como en el Instituto de Educación Superior del Ministerio de Relaciones Exteriores (INESDYC) y también se desempeña como Director de Revisión de Técnicas Legislativas del Senado de la República.

La categoría Miembro de Número es la más alta distinción que reciben los miembros de esa prestigiosa Academia en la República Dominicana.

La academia de historia tiene una matrícula de 26 miembros en el país de los cuales Werner Féliz es el más joven que ha conseguido el distinguido peldaño.

El catedrático universitario es oriundo de Cabral, provincia Barahona, y como tal es el único miembro oriundo de las entrañas del suroeste que goza del merecido merito en el mundo de los historiadores Dominicanos.

La juramentación fue realizada por el historiador José Chez Checo, presidente de la Academia Dominicana de la Historia.

Miguel Reyes Sánchez, miembro de la Academia Dominicana de la Historia.

Fuente: Acento 30/09/2020

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El historiador y jurista Miguel Reyes Sánchez fue investido como Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Dominicana de la Historia, el pasado 17 de septiembre, en una ceremonia con presencia limitada por las restricciones sanitarias propias por el COVID-19.

Esta investidura fue realizada en la Sala de Conferencias de la sede de la Academia y transmitida por YouTube, siendo la primera actividad pública que realiza la institución luego de la pandemia.

El discurso de ingreso fue titulado “El saqueó de Santo Domingo por Francis Drake: trascendencia histórica”, un trabajo novedoso y con interesantes aportes sobre este importante acontecimiento histórico, catalogándose como uno de los más completos escritos sobre la temática.

Entre las declaraciones realizadas por Reyes Sánchez, este revela que “en los archivos de la República Dominicana no existen documentos anteriores al 1590, ya que todos fueron quemados por Francis Drake”.

La mesa de honor estuvo integrada por el Presidente de la Academia Dominicana de la Historia, José Chez Checo, así como por los miembros Raymundo González y Edwin Espinal.

El embajador Miguel Reyes Sánchez es Asesor de Relaciones Internacionales del Banco Central de la Republica Dominicana y profesor de Relaciones Internacionales y Derecho Internacional de diversas universidades nacionales y extranjeras.

En 1998 fue escogido como Joven Sobresaliente del Mundo por la Cámara Junior Internacional en Manila, Filipinas y en octubre de 2003, el nuevo miembro de la Academia Dominicana de la Historia, recibió la condecoración al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Gran Cruz Placa de Plata.

Asimismo, es autor de una treintena de obras literarias, las cuales han obtenido importantes galardones, como el Premio Nacional de Historia “José Gabriel García” en los años 2010 y 2015, así como el Premio Nacional Feria del Libro “Eduardo León Jimenes” en el 2012.

En la amplia labor divulgativa e investigativa de Reyes Sánchez, se encuentran múltiples obras de semblanza histórica, estudios jurídicos bancarios, ensayos sociológicos y legales, disquisiciones en el ámbito literario, tratados sobre evoluciones de bancos centrales y una extensa variedad de obras sobre temas diplomáticos y de relaciones internacionales

Sesión solemne: Conmemoración de 157º Aniversario de la Guerra Restauradora.

El jueves 27 de agosto de 2020 se realizó la sesión solemne con motivo del 157º aniversario de la guerra Restauradora. Para esa ocasión se organizó un panel integrado por los miembros de número Dr. Santiago Castro Ventura y Licdo. Raymundo González, y el miembro correspondiente nacional Gen. (r) Rafael Leónidas Pérez y Pérez.

La sesión inició con la lectura por parte del Licdo. José Chez Checo, presidente de la Junta Directiva (2019-2022) de la Academia, del mensaje oficial conmemorativo del aniversario de la guerra Restauradora cuyo texto íntegro está publicado en la revista Clío núm. 200, páginas 361-362. Luego los panelistas disertaron en torno a uno de los sucesos más relevantes de la historia dominicana, junto con la Independencia nacional.

Mensaje con motivo del 157 aniversario de la Guerra Restauradora

La Guerra Restauradora, considerada por muchos estudiosos e historiadores como la verdadera gesta independentista o como uno de los puntos más luminosos de dicho proceso, de lo cual es un elocuente ejemplo el insigne humanista Pedro Henríquez Ureña, resaltó el espíritu y el temple patrióticos del pueblo dominicano cuando vio mancillada su soberanía con el acto proditorio de Pedro Santana, en 1861, de anexar a la Corona española la República de apenas 17 años de fundada.

En la guerra patriótica de la Restauración (1863-1865), que tuvo un carácter popular y nacional y que constituye una página brillante de la historia dominicana y del Caribe, jugaron un destacado papel hombres y mujeres humildes, así como grandes figuras civiles y militares, partidarias del pensamiento liberal, como el general Gregorio Luperón, Gaspar Polanco, José Antonio Salcedo (Pepillo), Santiago Rodríguez, Benito Monción, José Cabrera, Manuel Rodríguez Objío, Ulises Francisco Espaillat, y Benigno Filomeno de Rojas, entre otros, se utilizaron eficaces tácticas de lucha para derrotar al enemigo como fueron la guerra de guerrillas, ideada por el patricio Ramón Matías Mella, la tierra arrasada y el uso de la tea.

Las ideas liberales de la Restauración, coadyuvaron, además, a abonar el ideal de la creación de una Confederación de las Antillas.

El próximo 16 de agosto, el país conmemorará el 157 aniversario del inicio de la imperecedera gesta de la Guerra Restauradora, arropado por la vorágine de una pandemia que acosa a la humanidad y de la cual el país no ha escapado. El momento es oportuno para retomar el espíritu de lucha de aquellos prohombres y sencillos ciudadanos que levantaron el estandarte de la dominicanidad, en esa difícil coyuntura que se pensaba sucumbía la patria de Febrero de 1844. Sin temor al poderoso adversario que constituía la potencia anexionista, lograron doblegarla. Hoy ese espíritu de resistencia debemos asumirlo con decisión y esperanza para encarar todas las dificultades del momento actual.

La Academia Dominicana de la Historia exhorta a nuestros conciudadanos a rememorar esta hazaña de los combatientes de la Restauración, que empuñaron con firmeza, valor y disciplina sus armas heroicas, al mismo tiempo que lograban esquivar con éxito las epidemias que se presentaron en el escenario de la guerra. Gloria eterna a los héroes de la Guerra Restauradora, que consolidó la patria de Febrero de 1844 y ocasionó que la República Dominicana volviera a ser libre, soberana e independiente como lo expresara el padre de la patria Juan Pablo Duarte en el artículo 6 de su Proyecto de Ley Fundamental.

Santo Domingo, República Dominicana

Agosto de 2020.

Semana de la Ética Ciudadana

Actividades virtuales 27 de abril – 02 de mayo, 2020

#BienHacerContraCovid19

#ÉticaCiudadana

Semana de la Ética Ciudadana. – Conferencia: Ética y Valores

Vida y Obra de Ulises Francisco Espaillat.

Disertante : Carlos Rosario – Enc. Oficina Regional Norte, DIGEIG.

Martes 28 de abril, 2020. 4:00 PM – 5:00 PM

MENSAJE CON MOTIVO DEL 176 ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL

El 27 de febrero de 1844 es el acontecimiento central del proceso de independencia nacional y la construcción del Estado-nación. Previamente, en diciembre de 1821 José Núñez de Cáceres había dado el primer paso en la búsqueda de lograr la autonomía de cualquier potencia extranjera, aunque la ocupación haitiana, que se prolongó por 22 años (1822-1844), truncó esas legítimas aspiraciones de conformar una nación libre y soberana.

Durante ese interregno los gobernantes de ocupación aplicaron en la parte Este de la isla el Código Rural, que alteraba el modo de producción predominante, e impusieron el pago de parte de la deuda que Haití había acordado con Francia a cambio del reconocimiento de su independencia, compromiso este que los dominicanos lógicamente no consideraba suyo y, entre otras medidas, condujeron al cierre de la Universidad de Santo Domingo. Estas disposiciones y las lamentables condiciones en las que se encontraba Santo Domingo propiciaron que en el decenio de 1830-1840 surgieran distintos movimientos separatistas tanto de carácter liberal como conservador.

La misión de combinar esfuerzos y liderar la gesta de independencia dominicana fue asumida por Juan Pablo Duarte, joven talentoso que se había impregnado con las ideas de libertad en Europa y que, a su regreso, en 1831, se dedicó a transmitir a sus conciudadanos los ideales y sentimientos libertarios a través de las actividades de la sociedad secreta la Trinitaria, fundada en 1838, y otras agrupaciones como la Dramática y la Filantrópica, que finalmente los llevó a la acción contra la dictadura de Boyer en alianza con los Reformistas haitianos mientras continuó el  desarrollo de una mayor conciencia social y cultural en torno a la existencia de una identidad nacional propia, que  condujo a la fundación de la República Dominicana y a la liberación de los atropellos y vejámenes que padecía el pueblo dominicano, tal como fue expuesto en la “Manifestación del 16 de enero de 1844”, considerada por Emilio Rodríguez Demorizi como nuestra Acta de Independencia. Muchas han sido las dificultades que en el devenir del tiempo ha tenido que enfrentar nuestro país para mantener esa independencia que nos legaron los Padres de la Patria. Las apetencias imperiales de potencias extranjeras combinadas con la incredulidad de algunos líderes nacionales de que la República Dominicana podría ser una nación libre, soberana e independiente, amenazaron seriamente con extinguir para siempre el legado de nuestros patricios. A pesar de todos esos complicados trances, que están bien registrados en nuestra historia, todos fueron superados y 176 años después de aquel 27 de febrero de 1844, los dominicanos hoy  podemos proclamar con orgullo que tenemos una patria.

No obstante, los retos no han terminado. No debemos conformarnos solo con tener un Estado soberano sino que todavía está pendiente la tarea de que el país cuente con sólidas instituciones democráticas donde el imperio de las leyes se respete y rija por igual a todos los ciudadanos, y la transparencia y rendición de cuenta, como lo hiciera el patricio Juan Pablo Duarte en 1844 después de la Batalla de Azua, sean prácticas cotidianas en nuestra vida como sociedad para fomentar una sana y pacífica convivencia y para evitar la decadencia y el caos. Hoy más que nunca el ideal duartiano debe ser preservado y practicado. Se lo debemos, además, a todas las personas que sacrificaron sus vidas por nuestro país y nos lo reclaman las generaciones futuras, a las que debemos legarles un mejor país.

Desde la Academia Dominicana de la Historia hacemos votos porque a través del conocimiento de nuestra historia nacional aprendamos de los aciertos y errores del pasado, trabajemos para hacer los correctivos necesarios para encauzar el país por mejores derroteros y que cada día podamos afirmar realmente que tenemos un país próspero, que mira su pasado con orgullo, vive su presente con alegría y ve el futuro con esperanza. Esa será la mejor forma de rendir tributo, admiración y agradecimiento a los ilustres Padres de la Patria y, con ellos, a todos los patriotas que contribuyeron a la fundación de la República Dominicana, así como también a quienes posteriormente lucharon para preservar la soberanía política y la identidad nacional del pueblo dominicano que hoy disfrutamos.

Santo Domingo, Distrito Nacional, jueves 27 de febrero de 2020.

Chez Checo inicia gestión como presidente de la Academia Dominicana de la Historia.

Fecha: 15 de Agosto de 2019.
Fuente: Acento.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- José Chez Checo se juramentó anoche como presidente de la junta directiva de la Academia Dominicana de la Historia, en un concurrido acto en el que detalló el amplio programa de trabajo que se propone realizar.

Junto al investigador también fueron juramentados como directivos por Mu Kien Sang Ben, presidenta saliente de la entidad, los historiadores Juan Daniel Balcácer, vicepresidente, José Luis Sáez Ramo, secretario,  Edwin Espinal Hernández, tesorero,  y Raymundo Ml. González, vocal.

Tras la juramentación, Chez Checo agradeció su elección a los miembros de número de la academia y planteó  las acciones que se propone realizar.

Entre estas, la conformación de las comisiones estatutarias y la ejecución de investigaciones, siguiendo el método científico en sus diferentes fases, a fin de que contribuyan al desarrollo de las  capacidades intelectuales y al enriquecimiento de la bibliografía  histórica dominicana.
Asimismo, expresó que se propone trabajar por el enriquecimiento de la biblioteca especializada de la institución y que contribuirán al mejoramiento de la enseñanza de la historia en el sistema educativo dominicano.

Los miembros de la nueva directiva también se proponen estimular, entre otras acciones, el estudio de la historia nacional a través de actividades docentes y culturales, el otorgamiento de becas y la realización de concursos y premiaciones como “El historiador del año” y “El libro histórico del año”.

En cuanto a la revista Clío, órgano de la academia, manifestó que intentarán convertirla en una revista científica similar a las que existen en otras latitudes.

Para esto último, explicó que darán los primeros pasos requeridos como son la conformación de un Comité Científico, la búsqueda de “pares” o revisores, el establecimiento con rigor de su fecha de salida, entre otros, de manera que la revista pueda ser indexada en sitios como Latindex y Web of Science.
Despedida de Sang Ben

“Ustedes tienen en sus manos la memoria impresa que recoge en detalle todas y cada una de las actividades realizadas. Los números hablan por sí solos”, dijo la historiadora Sang en su discurso de despedida.

“Quiero dar las gracias a todos los Miembros de Número que me eligieron como presidenta con un voto unánime. Aquel verano del año 2016, ustedes colocaron en mis manos un gran desafío al ser electa como la primera mujer que asumía este cargo desde su fundación. ¡Gracias!, fue un gran honor haberlo desempeñado. Confieso que en sus inicios lo asumí con aprehensión, pasión y alegría”.

Afirmó que se pudo realizar un gran número de actividades “sencillamente porque los miembros de número, correspondientes, colaboradores y amigos, dijeron que sí” sus requerimientos, ya sea para pronunciar una conferencia, ser profesores en uno o varios módulos de los cursos o ponentes en los seminarios de historia local o presentadores de alguno de los libros que se publicaron.

“Durante los tres años realizamos nueve seminarios en la misma cantidad de provincias”, dinamismo que fue posible, subrayó, gracias al “coordinador dinámico y responsable como fue nuestro muy querido Edwin Espinal, quien no solo se desplazó por todo el país, sino que también presentó ponencias en casi todos los eventos”.

También, añadió, “porque en cada provincia había un Miembro Correspondiente, un colaborador o un amigo que asumió el reto de organizar el evento y conseguir fondos para su realización”.

Explicó que el proyecto “Historia General del Pueblo Dominicano”, cuya idea comenzó hace más de una década, “está casi listo”.
“Al iniciar nuestra gestión, faltaban cuatro tomos, con el agravante de que dos de sus coordinadores fallecieron en el proceso: Frank Báez Everst y Emilio Cordero Michel. A pesar de las dificultades, pudimos concluir con tres tomos: el II, el IV y el VI. El tomo III quedó preparado para ser enviado a la imprenta”, enfatizó.

Agradeció “el apoyo moral y económico” del Gobierno que, entre otras cosas, permitió “recuperar nuestra vieja sede, la Capilla de la Soledad”, expresó la historiadora Sang.

Dijo que el Banco Central se hizo presente a su vez al financiar una de las ediciones de la revista Clío y destacó el  incondicional apoyo de Félix (Felucho) Jiménez, presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, “porque, amante de la historia y de la investigación, apoyó varias publicaciones, pero, sobre todo, el patrocinio al tomo IV de la Historia General del Pueblo Dominicano”.

Castro Ventura resalta importancia de Santo Domingo en la guerra restauradora.

Fecha: 8 de Agosto 2019
Fuente: El Nuevo Diario

El doctor Santiago Castro Ventura pronunció una conferencia en la que destacó que la provincia de Santo Domingo también fue escenario relevante de la guerra restauradora, durante un acto efectuado en la Capilla de la Soledad, de la Academia Dominicana de la Lengua.

Al dictar la charla “La provincia de Santo Domingo también fue escenario de la guerra restauradora”, en una sesión solemne  realizada para conmemorar el 156 aniversario de la Restauración,  Castro Ventura dijo que la provincia de Santo Domingo fue convertida en el eje central de las tropas españolas  y que desde esta localidad se dirigían los operativos terrestres y marítimos en principio para ocupar todo el territorio nacional y luego para tratar de contener la irreversible marejada insurrecta.

“Tras el estallido revolucionario de Capotillo el 16 de agosto de 1863 ante el poderío colonial congregado en la zona metropolitana, los insurgentes en toda la periferia de la provincia desarrollaron escaramuzas relámpagos que perseguían y lograron obligar al enemigo a mantener un enorme despliegue de tropas y material bélico en la capital para evitar la toma de la ciudad.

Creando la sensación de un gran asalto al centro de la ciudad, los rebeldes distraían tropas coloniales que no podían ser enviadas a hostilizar los muy importantes frentes patrióticos del interior”, agregó.

Castro Ventura, miembro de número de la academia, afirmó que la rebelión alcanzó el grado supremo de guerra prolongada, en atención al objetivo estratégico de promover el desgaste del ejército de ocupación.

Dijo que desde un principio el designio diseñado para la provincia Santo Domingo fue atormentar de modo sistemático a las tropas anexionistas, con ataques imprevistos en todo el contorno de la provincia, conformado por las barriadas como Pajarito, Galindo, San Carlos, La Esperilla o Esperillón, San Jerónimo, Guajimia, Manoguayabo, Bayona.

Castro Ventura expresó que a  156 años del contundente triunfo dominicano contra la ocupación española pretendió rescatar del olvido el importante frente interno en el perímetro de Santo Domingo, que obligó a las autoridades anexionistas a disponer de miles de hombres para resguardar la ciudad intramuros ante un hipotético ataque, obviando que el objetivo estratégico de los rebeldes era entretenerlos en un zona inerte para la revolución, evitando que intentaran apabullar el núcleo central insurrecto ubicado principalmente en el Cibao.

El académico concluyó su disertación expresando: “¡Gloria eterna al comandante Marcos Adón y sus compañeros por el atrevido y muy efectivo operativo de distracción en el perímetro limítrofe de la Capital, en la tarea de coadyuvar a preservar los baluartes principales de la revolución Restauradora en el interior del país!”.

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